“El abandono de la creación de moneda a los bancos privados es, sin duda, la fuente principal de nuestras imposiciones políticas, pero, sobre todo, he descubierto un hecho mayor del que ningún periodista habla jamás: el abandono definitivo, sellado al más alto nivel legislativo -sin debate público-, el abandono de los Estados de la creación de moneda, en beneficio exclusivo de los bancos privados”. Etienne Chouard en referencia al art.104 del tratado de Maastricht.
Dice lo siguiente: «Los Estados ya no pueden obtener préstamos de sus bancos centrales». Para los simples mortales eso resulta incomprensible. ¿Qué quiere decir eso? Desde hace siglos los Estados han dejado parte de su poder para crear moneda en manos de los bancos privados. Los bancos han obtenido de los gobernantes –mediante la corrupción, por supuesto– el derecho (fundamental) de crear la moneda.
Pero, hasta hace poco (hasta 1974, en el caso de Francia), los Estados por lo menos compartían aún con los bancos privados el derecho de crear la moneda. Cuando un Estado necesitaba dinero para construir vías férreas, viviendas u hospitales, el Estado creaba por sí mismo su moneda, y no tenía que pagar intereses durante los reembolsos. Mantenga la atención y no olvide eso que es el aspecto crucial, el que le condena a usted a trabajar sin descanso en provecho de los que cobran rentas sin hacer nada.